El neuromarketing o cómo tu cerebro procesa la información visual
En la mente del consumidor
El neuromarketing es la aplicación de las técnicas de la neurociencia al marketing. Su objetivo es conocer y comprender los niveles de atención que muestran las personas a diferentes estímulos. De esta manera, se trata de explicar el comportamiento de las personas desde la base de su actividad neuronal.
Hoy en día, en nuestra sociedad, la presencia masiva de publicidad es algo completamente normal. Las personas somos bombardeadas por publicidad de muchas formas y en muchos momentos siendo ésta cada vez más intrusiva y algunas veces poco sutil.
Probablemente tal cantidad de publicidad no realice su función y al final, el deseado objeto que se quería vender, se queda en la repisa que estaba. Así, se busca comprender ¿qué es lo que agrada a las personas? Es aquí en donde entra el neuromarketing: el neuromarketing intenta conocer cómo las personas procesan la información visual, qué factores son los que determinan que se retenga o deseche cierta información sobre otra y, con último fin, saber qué respuesta emocional genera en ellos. Las emociones son la clave en el procesamiento de cualquier experiencia humana y está más que comprobado que cualquier experiencia que queda asociada a una emoción concreta quedará grabada en la memoria de la persona por mucho más tiempo. Y no sólo eso, sino que la información sensorial asociada a las emociones se procesa hasta cinco veces más rápido que la información cognitiva.
Se busca más el refuerzo medible y cuantitativo para poder alejarse de la subjetividad personal. En una situación de compra, aunque parece que no, las decisiones inconscientes tienen un peso mayor que las conscientes.
Pero identificar lo que a las personas les gusta o no les gusta no significa directamente averiguar las razones de por qué les gusta.
En el neuromarketing se realiza una identificación de los estímulos pero llegar a poder hacer predicciones sobre el comportamiento de las personas es algo más complejo. El cerebro de las personas no funciona como compartimentos estancos, sino que es algo más enrevesado. Ya que las personas no tenemos un comportamiento determinado por los estímulos exteriores, pero hay que reconocer que sí estamos condicionados por las situaciones en las que vivimos.
Desde hace algún tiempo, la publicidad está tomando rumbo hacia un lado más experimental, contando historias que nos cautiven y llevándonos a terrenos más emocionales, terrenos más “irracionales” los cuales, tienen un peso mucho mayor en las decisiones de compra de las personas.
Tener un mayor conocimiento de los estímulos que afectan a las personas y cómo los afectan, es una apuesta que continúa en los objetivos de muchas empresas. Ese conocimiento más exhaustivo, más profundo, terminará en productos hechos a medida, hablando en términos generales. En donde la segmentación será mucho mayor de lo que hasta ahora podemos experimentar y los estímulos mucho más sutiles.
Al hablar de neuromarketing existen muchos mitos alrededor de esta aplicación de la neurociencia, muchos de ellos son causa de un desconocimiento de la materia, como por ejemplo asumir que en el cerebro humano se toman decisiones de un modo único, como causa-efecto de un estímulo. Lo que puede llevar a ver que solo unos pocos puedan estar en posesión de esos conocimientos.
Gracias a los conocimientos del neuromarketing, la publicidad se centra más en los puntos que debe explotar como por ejemplo las emociones o incluso todos los sentidos que se puedan, ya hemos vistos como en los grandes supermercados se estimulan los sentidos por medio de la música, pero no solo eso sino que también existen otros tipo de marketing experiencial que están siendo explotados de la misma manera que la música. Quién no ha entrado en una tienda con un olor característico que puede perfectamente asociarse con el producto que se vende.
Una de las cosas que debes tratar de buscar siempre al empezar a diseñar un producto es intentar generar una emoción positiva y, si es posible, conseguir una experiencia multisensorial con el propósito de impactar en la memoria de las personas, especialmente tratando de evocar felicidad y emociones positivas, ya que son agentes que impulsan a la acción. Si las personas interactúan con tu marca de forma positiva, esto hará crecer el conocimiento y elección de ella sobre otras.