Por qué necesitas un diseñador profesional y no te sirve con una app.
Te presentamos las claves para conseguir el mejor etiquetado de producto y entiendas por qué necesitas a un diseñador profesional.
En el mercado actual no es suficiente con ofrecer un producto o servicio excelente, es necesario comunicarlo a través de la estética, donde las etiquetas son las protagonistas.
¿Qué es el etiquetado?
Se considera etiquetado a todas las menciones, indicaciones, marcas de fábrica o comerciales, dibujos o signos relacionados con un producto alimenticio que figuren en cualquier envase, documento, rótulo, etiqueta, faja o collarín que acompañen o se refieran a un producto alimenticio.
¿Por qué es tan importante?
La etiqueta es lo primero que ven tus clientes cuando miran tu producto. Si la etiqueta de tu producto destaca entre la competencia, tu producto también destacará. Eso es lo que se logra con un buen diseño.
¿Y el etiquetado de productos de alimentación?
Atraer la atención de los clientes en un amplio lineal del punto de venta es imprescindible, porque representa destacar por encima de las marcas de la competencia y conseguir un mayor número de ventas.
El etiquetado de productos como el vino puede ser el elemento diferenciador, el que denota la calidad y el precio del producto, muy por encima de otros aspectos.
El etiquetado de alimentos es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y los consumidores finales, constituyendo una herramienta clave para permitirles realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen.
El proceso de creación de una etiqueta no es fácil, ya que tiene que combinar funcionalidad con la demostración de una personalidad propia. Y es aquí donde juega un papel fundamental un diseñador profesional.
Elementos clave en el diseño de etiquetas:
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Tipografía
Elegir una tipografía adecuada es decisivo a la hora de diseñar una etiqueta. Hay que evitar usar las tipografías comunes como Arial y otras que se usan de forma demasiado habitual. Es preferible escoger una fuente diferente, más novedosa, aunque coherente con el resto del diseño. Hay fuentes muy clásicas que probablemente no casen con un diseño moderno, pero hay que esforzarse en encontrar las más adecuada y que nos ayude a transmitir el mensaje que queremos hacer llegar. Eso sí, lo importante no es sólo que quede bonito, sino que se lea claramente. Cada vez son más los clientes que agradecen un etiquetado claro.
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Legibilidad
Debemos tener en cuenta que, en el caso de alimentación, el cliente de un supermercado recorre su superficie rodeado de centenares de productos a ambos lados de los pasillos, y en un tiempo limitado es fundamental que en 2 ó 3 segundos sea capaz de leer unas pocas palabras. El nombre de la marca o empresa, así como dos o tres palabras que describan el producto, tienen que estar a un tamaño lo suficientemente grande para que puedan leerse a un mínimo de dos metros de distancia. Hay que tener en cuenta, sobre todo en los productos orientados a personas de mayor edad, que las etiquetas necesitan tener un tamaño de letra suficiente para que puedan leerse sin necesidad de ayuda.
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Color
Si queremos llamar la atención de alguien que pasa frente a nuestros productos, que normalmente están rodeados de muchos otros muy similares, hemos de escoger el color más adecuado. Para escoger el color clave para la etiqueta de nuestro producto, hay que tener en cuenta principalmente el propio color del envase y si éste es transparente (caso en el que además habrá que tener en cuenta la tonalidad del propio producto). El color elegido para la etiqueta no debe empobrecer el de nuestro propio producto en ningún caso. Hay que recordar, además, las sensaciones que nos provoca cada color, generalmente preferimos los colores cálidos y dependiendo de la imagen que queramos conseguir. Así usaremos unos colores u otros para evocar esa sensación que queremos transmitir.
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Elementos: información y logotipo
El logotipo se ha de incorporar en la zona más visible de la etiqueta a un tamaño superior al resto de elementos que intervienen en el diseño. En muchas ocasiones hemos de combinar el logo de la marca con la de la gama de productos y es importante establecer las medidas que ha de tener cada uno para que tengan la proporción adecuada.
El resto de información legal necesaria debe ser clara, veraz y concisa de forma que el consumidor de hoy, que cada día está más preocupado por lo que come, encuentre toda la información que necesita para tomar su decisión de compra. Si el alimento dispone de un distintivo especial o un certificado como el de los productos ecológicos, o sin gluten, etc…
En el caso de los productos de alimentación deben llevar cierta información muy precisa ya que están obligados por normativa europea y española a proporcionar a los consumidores determinada información en la etiqueta. Es obligatorio indicar los ingredientes utilizados en su elaboración, en orden descendente (de mayor a menor cantidad). También deben indicarse aditivos, edulcorantes, aromas, gases, alérgenos, etc. Se recomienda revisar y leer en su totalidad la normativa que hay publicada sobre este asunto.
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Tramas, texturas y detalles de diseño
Las tramas o texturas de fondo son elementos importantes que también se deben tener en cuenta, así como los gráficos que pueden acompañar. Se utilizarán y se incorporarán en el diseño final siempre que estén justificados y que refuercen el valor de marca que se busca transmitir.
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Forma
La forma de una etiqueta puede ser una herramienta de diferenciación de tu producto ya que gracias a la tecnología de corte digital hoy se puede realizar cualquier tipo de corte sin necesidad de un troquel y con la máxima precisión. Podemos hacer etiquetas cuadradas, ovaladas, o irregulares. Por ejemplo, en productos como el vino que las etiquetas suelen ser cuadradas podemos trabajar con un diseño para una etiqueta irregular como en este caso.